La mañana se dedica a la visita del casco antiguo: la preciosa Plaza Ducal, obra de Donato Bramante, y el castillo, dentro del cual revive la época de la estancia en Vigévano de Leonardo da Vinci, huésped de los duques Ludovico el Moro y Beatrice d’Este. Todavía hoy podemos visitar los antiguos establos y la jaula de halcones, el cuerpo central (torreón), donde vivían los señores del territorio, y la fascinante “calle cubierta”, una antigua vía de escape en tiempos de intrigas y guerras.
Sugerimos completar la visita guiada con nosotr@s con el interesantísimo Museo Internacional del Calzado, en la ciudad que durante tiempo se consideró una de las capitales europeas del calzado de alta calidad (se cobra por entrar).
Tras una comida típica con los sabores de Lomellina, famosa por sus arroces, los embutidos de oca y el postre “dolceriso”, sugerimos una visita al Molino di Mora Bassa (se cobra la entrada); en las afueras de la ciudad, un antiguo molino que perteneció al duque Ludovico el Moro, donde se exponen maquetas de maquinarias de Leonardo da Vinci. Ahí hablaremos de protagonistas del Renacimiento como los duques Sforza y la Dama del armiño, y de las innovaciones agrícolas relacionadas con los canales y las presas, en el espléndido paisaje de Baja Lombardía.